Hace poco se dio la noticia más importante de la NFL desde que la joven superestrella (Mahomes) conquistó su primer campeonato. Sin embargo, ahora giraba en torno al superestrella más veterano de la liga. Tras su partida, después de 20 años en Nueva Inglaterra, Tom Brady nos dejó con temas para debatir, legados qué comparar y una agencia libre que se desenvolvió debido a su decisión. Aún después de eso, la pregunta más importante, la que se quedó en nuestras cabezas, la que tal vez no tiene respuesta es: ¿Por qué se fue?

Nací en 1997, mis papás dicen que yo le gritaba “Pa-to-tas, pa-to-tas” a la tele desde antes de que Tom Brady fuera seleccionado en el 2000. Mi papá los apoyaba desde que a los 7 años le llamó la atención el uniforme blanco y rojo. Aun así, lo cierto es que desde que tengo uso de memoria “The GOAT” siempre ha sido el QB titular de mi equipo. Bueno, excepto por 2009 (maldito seas Bernard Pollard).

Su partida me deja con el corazón dividido; aunque me mantengo un aficionado a muerte de los Patriotas, solo le puedo desear lo mejor a un jugador que me ha dado tantas alegrías y unas pocas tristezas.

El currículum con el que carga el ahora Bucanero revela una de las mejores carreras de la historia del deporte y solamente respalda su estatus como uno de los más grandes competidores de la historia. Permitiéndole así, sentarse en la mesa en la que solo comen personalidades como Michael Jordan, Wayne Gretzky, Muhammed Ali, Serena Williams, Jerry Rice, Michael Phelps, entre otros pocos. Pero creo que ustedes ya están hartos de escucharlo una y otra vez, por lo que asumiré que ya conocen su historia. Aun así, parece que Brady no está satisfecho, por lo que decidió que en 2020 escribirá un nuevo capítulo. ¿Se trata de desafiar al padre tiempo? ¿Se trata de desafiar los límites mentales y físicos que impone un deporte tan exigente? ¿O se trata de ganar más millones para poderse retirar en su propia isla privada?

Por qué se tenía que quedar

Hace unos meses, antes de que un virus desconocido llegara a cambiar nuestras vidas de manera radical, el tema salió a luz. En una noche con los cuates, cheleando y discutiendo sobre Messi vs Cristiano, sobre Jordan vs LeBron, sobre Roger vs Rafa, parecía que el tema más relevante del momento era qué iba a decidir Tom Brady con respecto a su futuro. Esa noche, como pocas veces, discutimos de manera un tanto ordenada, atenta, escuchando lo que los demás tenían que decir. Gracias a eso tuve la oportunidad de presentarles mi tesis: Brady debía quedarse en Nueva Inglaterra.

Para mí era muy sencillo, Brady ha alcanzado un punto en su carrera en el que tiene muy poco qué demostrar, muy poco por conquistar, y algunos pocos récords qué seguir persiguiendo. Su retiro en el uniforme de los Patriotas (en ese entonces o en los siguientes dos años) le aseguraba cimentar su legado como un histórico de la franquicia. Le aseguraba alcanzar lo que muy pocos deportistas han logrado en sus carreras, sangrar los colores de un solo equipo toda su vida como profesional. No es coincidencia que recordemos con tanto cariño a históricos como Francesco Totti, Ray Lewis, Dirk Nowitzki o Kobe Bryant y que sus nombres estén tallados en piedra para la posteridad.

Mantenerte leal a tus colores, a tu franquicia, a tu afición, comunidad y ciudad es algo que, como fans, valoramos inmensamente en el mundo del deporte. El legado de cualquier deportista se ve engrandecido al elegir la lealtad sobre el dinero o la oportunidad de cambiar de aires. Si no me creen solo pregúntenles a los detractores de Kevin Durant o a los aficionados de La Pulga y del Barça.

A final de cuentas, mi sentir decía que lo mejor para el legado de Brady era quedarse. Sumado a esto, parecería que era más sencillo que Brady consiguiera otro título en Nueva Inglaterra que en Tampa Bay, o Los Ángeles, como se rumoraba. Definitivamente era más valioso (hablando de legado) retirarse en el único equipo que tuvo la confianza en ti que tener una o dos temporadas como las de Montana en Kansas City o las de Jordan en Washington. Entonces, ¿por qué se fue?

Por qué se “quiso” ir

La miniserie de Facebook Watch: Tom vs Time, revela más sobre la manera de pensar de Brady y de su acercamiento a todos los aspectos de la vida, que probablemente cualquier otra pieza sobre el mariscal de campo. Acompañarla con entrevistas honestas y personales como la realizada por Howard Stern para The Howard Stern Show y años de seguirlo, permite tener una visión más amplia sobre la decisión, que los rumores poco sustentados sobre su salida. A fin de cuentas, si solamente nos basáramos en los rumores que hay constantemente sobre los más famosos, seguiríamos pensando que Michael Jordan se retiró por una supuesta adicción a las apuestas. Los rumores sobre las tensiones crecientes entre Belichick y su estrella seguramente tienen gran porcentaje de veracidad; no conozco ninguna relación de 20 años (y menos una laboral con tal nivel de exigencia) en la que no existan fricciones. Aún así, creo que después de 9 apariciones en el Super Bowl en exactamente el doble de temporadas juntos¹ , podemos estar seguros de que estos dos siempre supieron poner sus diferencias de lado para perseguir un objetivo en común: ganar.

¹18 temporadas en las que Brady arrancó más de un partido

Parecería entonces que Brady pensó que tendría más oportunidad de conseguir su séptimo Lombardi lanzando para uno de los conjuntos de receptores más talentosos de su carrera: Mike Evans, Chris Goodwin, OJ Howard, Cameron Brate y el ex patriota, salido del retiro y arma favorita de Tom, Rob Gronkowski ².

² Brady ha conectado para TD con Gronk en 76 ocasiones, casi el doble que su siguiente arma favorita, Randy Moss (39)

The @Buccaneers potential offense 🔥😳 pic.twitter.com/R4GnXYNQOT

— ESPN (@espn) April 21, 2020

Sinceramente, no creo que esto sea cierto. Brady sabe perfectamente que lo que Belichick trae a la mesa, nadie más en la historia reciente lo traería. Entonces, si no se fue porque pensaba que llegaría a un mejor equipo, ni porque estaba “peleado” con la organización, ¿por qué lo haría?

Por qué sí se tenía que ir

La respuesta es más sencilla de lo que pensamos. Es el tema constante de la serie Tom vs Time. Como mencioné antes, Brady es uno de los más grandes competidores de la historia. Ya hemos visto, en The Last Dance, lo ridículamente competitivo que era Jordan, le hicimos memes y las risas no faltaron.

McDonalds: Sorry, our ice cream machine is broken

Jordan: It became personal with me pic.twitter.com/wk5hmt9ueY

— Constantine. (@CadillacCons813) May 18, 2020

Las comparaciones que hice con los grandes competidores no deben tomarse a la ligera. Para entender la decisión de Brady basta con imaginar lo competitivo que son los verdaderos GOATs. Es difícil de hacer porque la diferencia más grande entre ellos y nosotros no es lo físico, es lo mental (por más diferente que sean sus cuerpos al mío). No es coincidencia que Brady tiene su mejor rendimiento cuando lo retan, cuando dudan de él, cuando lo suspenden incluso después de que un juicio legal determinó que no había razón para la suspensión. No es coincidencia que ser el séptimo QB (y jugador 199) seleccionado en el draft del 2000, lo ha llevado a ser quién es hoy.

Entonces, hagamos el ejercicio otra vez, preguntémonos por qué Brady decidió llevar sus talentos a Florida, pero esta vez hagámoslo pensando como la persona más competitiva que podamos imaginar. Las competencias más importantes son las internas. La única manera de seguir creciendo, de seguir desafiando los límites mentales y físicos de un hombre de 42 años que honestamente nunca ha tenido el físico de un superhéroe👀, era hacerlo en otro lugar.

Probarse a sí mismo que puede tener éxito en cualquier lado es su nueva misión. Y honestamente, no sé si alguien pueda detener al QB más competitivo de la historia en cumplir su nueva misión.

Brady se fue de Nueva Inglaterra para retarse a sí mismo, no lo hizo para probarle nada a nadie, no lo hizo para cimentar su legado. En la entrevista de Howard Stern escuchamos cómo dice que no le importa su legado, ni lo que digan de él. Este competidor vive en el hoy y en el ahora, buscando siempre superarse, seguir escalando, batallando y probando que el único que se pone limitaciones es él mismo. ¿Hubo otros factores? Probablemente. No está nada mal ganar más dinero viviendo en un estado que cobra menos impuestos. No le venía nada mal cambiar de aire y empezar de nuevo. No creo que su familia se queje de pasar un maldito invierno en Florida después de haber pasado tantos inviernos en el helado estado de Massachussets. No está de más probar que sí puedes jugar para otro entrenador (incluso aunque ese entrenador nunca fue el genio ofensivo).

Pero nos estaremos engañando y no le estaríamos haciendo justicia a “Tom Terrific” si creemos que la decisión vino de otra parte más que de su mentalidad por superarse. No es coincidencia que los atletas que mencioné no eran los más grandes y fuertes de sus respectivas disciplinas. Lo que comparten las leyendas como Jordan, Gretzky, Ali, Serena y Brady es la mentalidad, el gen competitivo. La lucha incansable por superarse. Por probar que se equivocaban cuando decían que no eran lo suficientemente buenos para jugar en el equipo de su preparatoria, por salir victorioso del Rumble in the Jungle, por mostrar que una mujer puede seguir siendo la deportista más dominante incluso después de un embarazo, por mostrarle a todos que se equivocaron al no seleccionarlo.

Así que yo no les recomendaría apostar en contra de los Bucs, al menos mientras esté ahí el mejor quarterback de todos los tiempos.